Formación continua para la reducción de la desigualdad

¿Qué es la desigualdad? Naciones Unidas la define como algo que va más allá de la disparidad en riqueza; se plantea como un concepto que abarca la injusticia en términos de educación, facilidad de acceder a servicios o, incluso, la expectativa de vida. Es necesario entender esta problemática como un contratiempo que nos afecta a todos; nos dificulta el crecer como sociedad, nos resta valor como grupo.

Como se comentó a lo largo de la sesión de On The Edge, la desigualdad no se ve, no es tangible; por lo que las labores de monitorización de la sociedad son esenciales, toma especial importancia la recogida, análisis y estudio de datos en relación con esta patología social. Por otra parte, se añadió que los principales grupos afectados por la desigualdad son las familias monoparentales, con niños y/o extranjeras (normalmente en contexto urbano).

En adición, un grupo que también se ve bastante afectado es el de los discapacitados. Dichas personas se perciben socialmente como gente que no puede hacer ciertas cosas, en lugar de centrarnos en evaluar el talento intrínseco de cada uno. La falta de oportunidades que sufre este colectivo es clara, lo cual desemboca inevitablemente en una pérdida del talento. Al fin y al cabo, todos tenemos limitaciones que nos privan de hacer ciertas cosas, pero no por ello debemos ser excluidos. Esta reflexión recuerda a la famosa frase: “Si juzgas a un pez por su habilidad para trepar árboles, pensará toda la vida que es un inútil”.

Para lidiar con este tipo de problemáticas es necesario un cambio de mentalidad urgente, se trata de educar a la sociedad para luego no tener que castigar. Etapas tempranas de la vida (entre 0 y 3 años) son claves para la igualdad; la corrección de fallos a esas edades se plantea como un hito mucho más sencillo, a la vez que rentable.

Actualmente nos encontramos en una sociedad caracterizada por su individualismo y falta de colaboración. Es un hecho preocupante debido a que la educación universal no es únicamente un objetivo para las instituciones; todas las personas deberían proporcionar su aportación para realizar avances notables, es imprescindible un cambio global.

Poniendo el foco en la educación, la cual fue objeto de debate en la charla, mi opinión es que no se educa únicamente desde la familia, no depende de un solo actor. La educación es algo transversal, transciende muchas cosas. Educa la familia, los amigos, el colegio e incluso el último libro que has leído.

Las personas vamos modificando nuestra forma de ser y de pensar en base a nuestras experiencias pasadas. De esta manera, se reforzaría claramente la idea de la necesidad un cambio extendido. Para educar a las futuras generaciones en igualdad es necesario que los estímulos exteriores se caractericen por un patrón común; la transmisión de un mensaje de unidad e inclusión.

Deja un comentario